HACIA LA LUZ
Hoy
es mi espíritu quien quiere penetrar en ti, penetrar en las honduras del tuyo.
Descubrir los caminos secretos de tus sentimientos, esos pozos oscuros que no
te atreves a cubrir ni a dejar vacíos. Hoy , a través del contacto físico, mi
espíritu quiere, no mi cuerpo, aunque el cuerpo sea inevitable, llegar más
allá.
Alguien
dijo: La felicidad es la realización del espíritu a través del cuerpo. Tal vez
una vez ya no seamos cuerpo y sólo espíritu, sólo luz, no necesitemos estas
caricias tan humanas, este placer, este contacto físico, pero hoy por hoy la
cárcel del cuerpo no nos deja desarrollar la esencia del ser.
Hoy
quiero sólo con mirarte que tu cuerpo y lo más profundo de tu alma se remueva
como se remueven las entrañas de la tierra con el terremoto o con el volcán.
Es
abrazo profundo bastaría para resarcir dolores de la vida. De tiempo muy atrás
vienes, vengo, venimos a encontrarnos cuando parecía que los sentimientos
estaban a punto de agotarse. Llamaste desde la más lejana lejanía y mi oido
escuchó tu grito, el dolor de una garganta que al principio no supo reconocer,
pero que pronto se plasmó en una tranquilidad inaudita.
Tal
vez tras tanto tiempo la palabra salió trascascabillada, un poco perdida. Nadie
que haya estado ausente sentirá de pronto arder la llama del amor, del placer
como si no hubiese mediado tiempo. Pero el deslizarse suave de los ríos, el
deslizarse suave de las palabras, abruptas rocas entorpecedoras al margen, va
haciendo que el corazón se serene a pesar de las necesidades del cuerpo físico
que nos sustenta.
En mí
la tranquilidad es imperante. No estás entre mis brazos, pero te abrazo. No te
beso con los labios, pero el beso y el calor en el cuerpo es constante. Cuando
sufres, yo sufro. Aunque no lo digas, cuando sientes placer, siento placer,
aunque mi mano no te toque. Cualquiera díría que estamos locos como cabras.
Pero el placer que yo siento a tu lado es más verdad que la propia verdad.
Desde
el fondo del tiempo me llamaste y a cudí a la cita.¿Podrá abrazarte de verdad
otra vez? Eso espero y deseo, y si no lo fuera, el alma inmortal que nos habita
te buscará por los espacios siderales, y alló donde te encuentre, te besaría en
presencia de los dioses haciéndoles sentir la envidia de un amor que está
siempre en primavera.
I
Niña de los ojos claros
risueña sonrisa del corazón.
La profunda desolación de tus días
en mi alma la recojo yo.
El mundo es triste,
la vida corta.
El cuerpo busca al cuerpo,
con él retoza.
No sólo de pan vive el hombre,
tampoco de sueños.
Vida dura nos tocó entre
la realidad y el deseo
te quiero yo.
II
Sobre la sombra del dolor
tú te remontas,
conoces las tristezas
cercanas y remotas
en la oscuridad inmensa
de los pasillos,
una luz al fondo
es sólo un hilo
de esa esperanza
que ilumina el destino.
III
Hoy quisiera que mis besos
explosiones de alegría fueran,
que te llegaran al corazón
y allí te hicieran
nacer la esperanza
que allende el tiempo
un día perdieras.
Hoy quisiera que mis besos
explosiones de placer
en tu
cuerpo fueran.
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